sábado, 4 de diciembre de 2010

Madres adoptivas: Mujeres con capacidad incalculable par brindar amor








Doña Margarita es la madre orgullosa de cinco hijos, sólo cuatro de ellos estuvieron en su vientre por nueve meses, el último llegó a su vida como una “especie de milagro para hacerme más feliz”, relata. 
Aquel niño que además de sus vástagos biológicos la llama mamá, entró al hogar que compartía con su esposo y sus niños, de una forma poco usual, hecho que hoy es recordado como una anécdota muy especial para la familia.

“Un día los varones de la casa jugaban baseball en el play y se encontraron con este niño que sólo decía que lo dejaron y que estaba perdido. Lo llevaron a la casa y decidimos recibirlo como nuestro, asistía a la misma escuela y compartía las mismas actividades de los demás, no tuvimos diferencias con él en la casa. 
Llegamos hasta el final averiguando de donde el venía y quienes eran sus padres hasta que finalmente dimos con ellos. Ya al crecer su verdadera madre se lo llevó con ella fuera el país, pero nunca perdimos el contacto. Me hace sentir muy feliz el hecho de que cada año yo recibo una tarjeta de él, felicitándome por el día de las madres”.

Esta historia es una de muchas que tienen como protagonistas a las madres adoptivas. Historias de madres que sin necesariamente haber concebido tuvieron una vida llena de amor para brindar a los pequeños dueños de sus corazones.


Maternidad: Un sueño cumplido

El hecho de ser madres es una bendición que muchas mujeres desean recibir en algún momento de sus vidas, pero, ¿qué sucede cuando la naturaleza no hace su parte para ver cumplido este sueño?

Rebeca G. Cumplió recientemente 40 años de edad y es madre desde hace dos años de una preciosa niña. “Mi experiencia me hacía sentir frustrada, sin fuerzas para seguir porque había luchado durante mucho tiempo para poder concebir y no podía”.

“Mi esposo y yo intentábamos fallidamente así que decidí investigar donde estaba el problema. La realidad es que nunca tuve síntomas extraños, la dificultad para quedar embarazada fue lo que nos hizo descubrir luego de varios estudios que yo tenía endometriosis”.
Esta enfermedad es precisamente una de las principales causas de infertilidad en las mujeres. Rebeca pensativa, como tratando de buscar hasta el fondo todos los detalles de su historia continúa: “Pasaron muchos años sometiéndome a tratamientos y mientras más dificultad tenía, más crecía mi deseo de ser madre. 
Mi esposo al igual que yo soñaba con tener una familia, así que un día nos sentamos a hablar sobre la situación y decidimos adoptar. Tras los papeleos de lugar encontramos a una chica embarazada que quería dar su bebé en adopción. El día que nació mi bebé lo puedo describir como el más feliz de mi vida. Al mirarme, sus pequeños ojitos parecían decirme “te quiero, eres mi mamá”.

“La siento tan mía como si la hubiera llevado en mi vientre. Mi esposo y yo queremos ver a nuestra familia crecer, así que visualizo más niños en nuestro camino”.


Madres afectivas

Sor Dolores Pascual pertenece a la orden Hijas de la Caridad. Menuda, agradable, sonriente, nos recibe abriéndonos las puertas de la Casa Rosada, institución que acoge a niños huérfanos infectados con VIH. 

Ella define la labor que ejerce junto a sus compañeras como la de madres afectivas: “ Como Hija de la Caridad para mi la experiencia es gratificante, pero no es fácil porque aquí los niños tienen edades muy diferentes y la educación por ejemplo tienen que ser individualizada, además los niños por ser huérfanos reclaman mucha atención. Uno ve que los niños están bien dentro de lo que cabe, pero tienen mucha carencia afectiva”.

Con tantos niños habitando en la casa se han quedado grabadas en la memoria historias inolvidables, unas que hacen reír, otras que hacen llorar. Por ejemplo, el caso de un niño que se quedó esperando por los padres que nunca llegaron para llevarlo de vacaciones, “eso es algo que no se le olvida a uno, siempre te queda el recuerdo cuando ves algo así”, nos cuenta sobre esta experiencia vivida por un pequeño las pasadas vacaciones de verano.

Sin importar lo mucho que tengan que luchar, las religiosas de la Casa Rosada regalan amor sin esperar nada a cambio, amor desinteresado, de ese que traspasa fronteras y solo puede ser brindado por una madre.


Adopción por elección

Marta Bermejo es española, hace un tiempo junto a su pareja realizaba los trámites en el país para adoptar a un niño. Lejos de los casos de mujeres imposibilitadas para concebir, el caso de Marta representa el otro extremo de la balanza.

“Yo deseo adoptar no porque no pueda tener hijos, todo lo contrario, es que pienso que hay tantos niños solos en el mundo necesitados de afecto de amor y atención, así que considero que es buena idea darles una oportunidad, brindarles un hogar, una familia”.


Marta trajo al mundo en fecha reciente a su primer hijo, pero el firme deseo de adoptar lejos de desaparecer es una decisión que en un buen tiempo se llevará a cabo.


Sorpresas del mundo animal…para reírnos un poco

Cosita es una pequeña perra chihuahua que habita en el hogar Jessica Peguero, quien tiene además un gato que lleva por nombre León. La historia que une a Cosita y a León puede ser considerada fuera de serie, es una muestra de lo maravilloso que puede resultar detenerse a observar la conducta del mundo animal.

La madre de León murió tras alumbrar su última camada de gatitos. De cuatro gatos sólo sobrevivió León, quien de paso quedó huérfano. Cosita lo asumió como suyo, brindándole cariño, mimos y afecto, izando la bandera blanca de la paz que por lo menos en este caso, puso punto final a la eterna pelea entre perros y gatos. 


Adoptar ¿porqué?

Son muchas las razones que pueden llevar a una mujer a tomar la decisión de adoptar. Desde aquellas que se convierten en madres adoptivas por azares del destino, hasta las que esperando por un milagro lo ven llegar sin vivir un proceso de gestación, todas sin lugar a exepciones se convierten en madres admirables.

Podríamos describir como mágico este proceso, ya que dos seres que buscan dar y recibir amor se encuentran para ver colmadas sus necesidades, dando lugar a la relación más dulce y sincera, aquella que se da entre madre e hijo.

Lo que verdaderamente suma valor es la capacidad de amar incondicionalmente, entregar el corazón por completo sin dar paso al cansancio y de eso son capaces las madres más que ningún ser sobre la faz de la tierra.


Consejos útiles para futuras madres adoptivas

Si has decidido asumir este rol debes saber que será un proceso que tendrás que superar junto a los tuyos paso a paso. Si el niño es recién nacido podrás manejar mejor la situación, pero si ya tiene cierto nivel de consciencia todos en la familia deben ir adaptándose poco a poco.

Nunca es recomendable ocultar la verdadera historia de su origen al niño, al llegar a una edad adecuada puedes contarle sobre su historia, es un derecho que le corresponde. Esto, lejos de apartarlo de ti lo acercará más, ya que podrá valorar la expresión de amor brindada por la familia e interiormente se sentirá más seguro y conforme.

Los niños en proceso de adopción necesitan mucho tiempo y mucho cariño para llenar sus lagunas afectivas, de ti y de la familia dependerá su adaptación.

Es muy común que durante un período de tiempo el niño adoptado pierda habilidades que ya tenía superadas. Este proceso que es conocido como regresión es una defensa psicológica, que muchos niños utilizan cuando se ven sobrepasados por la intensidad de sus emociones. Asúmelo como parte del proceso, ya sabes que estos cambios deben ir asimilándose poco a poco. Dale tiempo al tiempo, y nunca te olvides de brindarle amor. 

Si esta interesada en adoptar debes comunicarte con el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (CONANI), puedes ingresar a su página web, www.conani.gov.do, llamar al teléfono 809-567-2233 o escribir al e-mail conani@conani.gov.do


Artículo publicado en la revista Madres 2008 de Listín Diario