sábado, 4 de diciembre de 2010

Gianfranco Ferré: Dueño y señor de un estilo inconfundible




El pequeño municipio de Legnano ubicado en la region de Lombardía al norte de Italia vió nacer un día 15 de agosto del año 1944, a uno de los diseñadores de moda más vanguardistas de nuestra era, su nombre: Gianfranco Ferré, su estilo: único, innovador, sin copias.
Como toda personalidad nacida bajo el signo del león Gianfranco desde niño dió muestras de su extensan creatividad, sus padres (pertenecientes a la burguesía industrial de la región) lo supieron desde siempre, en casa tenían a un gran artista.
Es así como luego de pasar sus años de infancia y adolescencia Ferré se inscribe en el Instituto Politécnico de Milán para estudiar la carrera de arquitectura. Dado su incuestionable talento y aguda visión se recibe summa cum laude en el año 1969, pero sin duda más que las líneas y perspectiva lo que verdadaremente le llenaba era el mundo de la moda y justamente hacia allí enfiló sus cañones para convertirse luego en uno de los más renombrados diseñadores de moda.

Antes de embarcarse en el fascinante mundo del fashion probó a ser diseñador de muebles y de accesorios, la prensa se hizo eco de sus creaciones y la misma le abrió las puertas para ayudarlo a convertirse en un gran diseñador, cuyo nombre pasaría a la posteridad. La editora de la revista Vogue italiana fue figura clave respecto a su bien ganada fama internacional.

Estilo Ferré

Gianfranco presentó su primera colección en el año 1978 pero no fué hasta conocer el misticismo de la India cuando encontró la manera de recrear un estilo en la moda inconfundible. Este viaje mágico definiría sus líneas y formas, definiría para siempre el estilo Ferré.
Le gustaba hacer presente en cada diseño firmado con su nombre una combinación de glamour, femineidad y modernismo. El arte y la arquitectura siempre inspiraron sus colecciones, por esta razón sus diseños se caracterizaron por presentar líneas simples y definidas, con un entalle perfecto a la figura de la mujer.

Sus conjuntos, donde la chaqueta, la camisa blanca y el traje sastre jugaban un rol primordial brindaban a la mujer que llevaba un diseño de la casa Ferré una imagen de poder, decisión, sofisticación y de personalidad definida, de ahí que importantes mujeres de empresa alrededor del mundo prefierieran llenar sus vestidores con los diseños de Gianfranco.
El negro y el blanco siempre estaban presentes en sus piezas, estos junto a los tonos crudos como el tierra, el gris pardo, el beige y los colores primarios conformaban su paleta de colores en cada colección. Entre una y otra dependiendo de la estación se podia ver sobre la pasarela una profusión de tonos metálicos como el platino y el cobre.
La mujer Ferré es una mujer segura y ocupa en todas las reuniones un lugar destacado, siempre se hace notar por su estilo impecable y elegante, estilo que ya había dado por sentado mientras diseñaba las colecciones de la casa francesa Dior tras ser elegido en el año 1989 como director creativo de las líneas de alta costura. Decidió dejar Dior en 1996 para dedicarse por completo a su propio negocio.

Gianfranco Ferré: la firma se expande

Luego de haber establecido su nombre y su trabajo con propuestas definidas y vanguardistas para el público femenino, la firma decide crecer ampliando la oferta de productos de alta calidad como accesorios, lentes, ropa para niños, calzados, perfumes y ropa masculina.

A este respecto fue en el año 1982 cuando el público vió y pudo adquirir la primera colección masculina, estableciéndose rápidamente como una opción obligatoria en la elección de todo hombre que se precie de vestir bien. Corbatas, calzados, trajes de exclente corte como era su costumbre conformaron a partir de esa fecha su oferta para el público masculino.
Así mismo a partir de 1984 la gran clientela de Gianfranco Ferré no sólo podia vestir de la firma sino también oler a ella. Hombres y mujeres a partir de aquí podían esparcer en sus pulsos y dejar un estela exquisite tras su paso con las varias propuestas de perfumes que a través de los años lanzó al Mercado la casa Ferré.

Además de perfumes y alta moda en 1996 la firma sigue a la vanguardia tras lanzar una línea de jeans y en el 2000 hasta los pequeños podían llevar sus creaaciones tras presentar una colección exclusivamente infantil.
En el 2002 lamentablemente su situación económica se vió afectada negativamente tras ser acusado dos años antes ante el fisco italiano de evadir impuestos. Para subsanar su situación decide vender la compañía al grupo finaciero It Holding, aunque él siguió recibiendo sus honorarios ya que siguió siendo el diseñador de las colecciones de la empresa que siguió y seguirá llevando su nombre.

Honor a quien honor merece 

Su gran talento le hizo merecedor con el paso de los años de numerosos reconocimientos en el mundo de la moda.
En julio de 1975 recibe su primer premio, el Tiberio d’ oro a una joven promesa del mundo del diseño de modas. Desde 1982 hasta 1989 recibió varios Occhio D’Oro (ojo de oro) por las excelentes colecciones que se iban superando una a otra con el paso de los años.
En 1983 recipe un premix de la publication japonica Asahi Shim bun, demostrando que su buena fama y estilo habían llegado hasta el lejano oriente. 
A estos premios se sumaron muchos tantos como “El dedal de oro”, “Lorenzo el Magnífico” , “Diva WollSiegel”, “Cristal Apple Award” , “Masters of Linen”, y muchos otros que destacraon su labor como diseñador y ciudadano ejemplar.


Su luz se apaga, pero su presencia aún brilla

El pasado 18 de junio de el presente año en horas de la madrugada murió Gianfranco Ferré. 
En un comunicado expuesto por el hospital San Rafael de Milán se conoció la causa de su muerte, un derrame cerebral acabó con su vida física.
La noticia llenó de sorpresa a todos sus seguidores, a los que seguían de cerca su trabajo, a los que sólo conocían su nombre sin más detalles, a su familia, amigos y colaboradores más cercanos. La tristeza en el mundo de la moda no se hizo esperar y así destacadas personalidades de la importante industria de la moda se expresaron a través de sus condolencias.
Lo definieron como un gran amigo, un profesional intachable y ecuánime, un gran creativo siempre fiel a sus ideas. 
El mundo del fashion siempre le recordará por ocupar un lugar importante dentro de las grandes lumbreras del diseño y el arte en general, ya que sus creaciones no sólo se reflejaban en piezas de vestir sino también en la creación de muebles, además de mostrar siempre una particular y original visión en las creaciones arquitectónicas
Su última colección, diseñada bajo una admirable inspiraci ón pisará las calles en el mundo de los amantes de la moda el próximo otoño. Físicamente ya no estará con nosotros, pero por la posteridad su aura y gusto exquisito se harán presentes con sólo mencionar su nombre, el de un hombre que fue siempre fiel a sí mismo vendiendo al mundo sin suicidar sus ideas un estilo definido, inigualable, llevando siempre en alto el mote mejor ganado: Gianfranco Ferré, el arquitecto de la moda.

Artículo publicado en la revista A la Moda en la edición otoño 2007